¿Nos conformamos con el mundo como es, o trabajamos por el mundo como debería ser?
En nuestra comunidad educativa somos muy conscientes de la necesidad de abordar cambios en nuestros hábitos para alcanzar la sostenibilidad ambiental, hacer frente al cambio climático y estimular nuestra salud a través de la actividad física. Debemos aprovechar la orografía del terreno de Chiclana, muy diseminada pero idónea para que su población, con un alto interés por el deporte, pueda desplazarse y hacer actividad física de forma simultánea.
A pesar de que el transporte sostenible está recogido como estrategia en la Agenda 2030 para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible, necesitamos que las administraciones nos ofrezcan su apoyo logístico para usar la bicicleta para ir a trabajar o a clase. Cada mañana, nuestro instituto se colapsa de vehículos motorizados y el único acceso, una carretera estrecha de escasa visibilidad y sin arcén, acera ni carriles bicis, pone en peligro a viandantes y alumnos que optan por no utilizar el automóvil y no tienen la posibilidad de acceder al transporte escolar. De fondo tenemos el terrible dato de que los accidentes de seguridad vial son la principal causa de muerte entre la juventud.
Nuestro instituto, el IES La Pedrera Blanca ha creado una magnífica sinergia de la que ha germinado el proyecto “LA PEDRERA EN MOVIMIENTO”: una secuencia de actividades formativas en ciclismo, seguridad vial y primeros auxilios para que el alumnado se lance a utilizar el transporte sostenible para disfrutar del patrimonio natural y deportivo que Chiclana nos ofrece.
Como colofón a esta formación, hemos realizado esta marcha ciclista intentado ir a la playa de Sancti Petri por los carriles bici con los que nuestra ciudad cuenta. Lamentablemente, en la mayoría del trayecto no hemos podido utilizarlos. El alumnado de 4º de la ESO y la ciudadanía en general los reclama, ya que creemos que es algo vital para hacer de nuestra ciudad un municipio más sostenible y seguro.
Con este manifiesto queremos trasladar a todos los engranajes que conforman la localidad, el fomento del desplazamiento sostenible, la puesta en práctica de la ecología y, en definitiva, el adecuar a la ciudad para que la ciudadanía se desplace a los centros educativos, a los lugares de trabajo, a nuestro motor turístico: la playa, en bicicleta, de manera segura, mirando por el planeta y la sociedad.
Sirva esta experiencia como inyección de esperanza: a pesar de todos los problemas con los que nos enfrentamos, los cambios son posibles.
Muchas gracias.